Agustín Martín Veloz, el hermano revolucionario de Diego Martín Veloz
EL POPULAR DIEGO MARTÍN VELOZ TUVO UN HERMANO REVOLUCIONARIO EN CUBA. POCO HA TRASCENDIDO DE ÉL EN SALAMANCA, DONDE NACIÓ
1.- Agustín Martín Veloz nace en Salamanca
2.- Fundación del Partido Socialista de Cuba
3.- Huelgas y la cárcel
4.- Problemas de salud
5.- Otros hermanos en Cuba
6.- Hermanos en Salamanca
1.- AGUSTÍN MARTIN VELOZ NACE EN SALAMANCA
La pérdida de Cuba por España en 1898 supuso la confirmación de los presagios que tuvo José Martí. Después de la independencia de la isla, Estados Unidos se expandió por el Caribe y se convirtió de facto en la potencia colonial que sustituyó a España. Los cubanos comenzaron una nueva lucha libertadora en la que participaron españoles, como Agustín Martín Veloz.
El conocido como Martinillo era hijo de Andrés Martín García, que hubo de partir de su lugar de nacimiento, Pedrosillo el Ralo, en la comarca salmantina de La Armuña, por haber sido destinado a Cuba por el Gobierno para el cumplimiento del servicio militar. Allí se casa con Mercedes Veloz, una mulata de Yara, provincia de Santiago de Cuba, con ascendencia en Huelva y Canarias, con la que ya tenía tres hijos.
Viaja a España cuando se licencia, estando su mujer nuevamente embarazada, con ánimo de fijar su domicilio en Pedrosillo o en Arcediano, localidades de Salamanca en las que Andrés Martín tenía familiares. Sin embargo, las posibilidades de trabajo que se le ofrecía eran escasas y, después de que en 1881 naciera su hijo Agustín en Pedrosillo, regresaron a Cuba, a la ciudad costera de Manzanillo.
Andrés Martín, fue contratado en Cuba como operario de la empresa tabaquera La Siempreviva, propiedad de Porro y Núñez, a quienes se la compró en 1888. Aquellas instalaciones no daban el rendimiento que pretendía y, acertadamente, decidió convertirla en una cooperativa de 40 operarios, permaneciendo en ella como administrador y cobrando el mismo sueldo que los demás.
2.- FUNDACIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA DE CUBA
La industria llegó a tener más de 200 obreros que elaboraban los afamados cigarros puros con la vitola Breva. El auge de la fábrica hizo que el joven Martinillo dejara los estudios y se dedicara a esa labor productiva. Sentado a la mesa de tabaquero torciendo las hojas de tabaco será su labor más característica, incluso cuando estuvo en prisión. Más tarde, estudiaría contabilidad y trabajaría como vendedor de azúcar para la Central Valerino. En ese momento, Manzanillo era un destacado punto de importación y exportación a España, Estados Unidos e Inglaterra.
Si José Martí percibía que el dominio español en Cuba era insostenible, menos lo era para Agustín Martín la opresión norteamericana y planea la revuelta social. Por ello, realiza diversos viajes allí donde los movimientos obreros están en auge. Va a México, por el crecimiento del anarquismo internacional que experimenta, y a España, donde recorre ciudades como Barcelona o Gijón. Es en Asturias donde observará las diferentes técnicas de la huelga de los mineros que luego aplicaría a la lucha de los trabajadores cubanos.
En 1906 crea el Partido Socialista de Cuba y las sociedades de socorros mutuos La Vindicadora, Pobres Unificados y La Unión Universal, esta última con más de mil afiliados. Funda las publicaciones El Radical y El Socialista. Da numerosas conferencias y abre varias bibliotecas populares.
Utiliza las tabaquerías como lugar de lectura de los autores revolucionarios y los clásicos Zola y Víctor Hugo, así como de los periódicos que recibía de otros países. De España llegaba Tierra, otros eran de México y Argentina.
3.- HUELGAS Y LA CÁRCEL
Era de esperar que se viera involucrado en numerosos conflictos. En 1912 convoca una huelga general de obreros azucareros, cuya centro de trabajo era propiedad de la compañía Norteamericana New Niquero Company Sugar Company. Los intereses de los monopolios yanquis eran intocables para los gobernantes cubanos. A partir de entonces y por idénticos motivos, la vida de Agustín Martin Veloz corrió paralela a la del bejarano José María Blázquez de Pedro en Panamá: la represión, la cárcel y la muerte.
El general Gerardo Machado aplastó la revuelta. Martín Veloz fue aprehendido y llevado a un barco sin vigilancia, dejando a su alcance una barca con motor que le invitaba a huir para en ese momento ser disparado. También vio en 1914 como incendiaban la fábrica La Siempreviva, que Martinillo utilizaba para la difusión de propaganda desestabilizadora. Allí pudo haber muerto por la costumbre que tenía de dormir en las instalaciones. Ardió la biblioteca y los originales de los tres libros que tenía preparados para la imprenta.
Presentó una denuncia ante el Juez Manuel Maresme, que no fue atendida. Ante sus protestas, acusó al juez de encubridor y desacato, y éste ordenó su detención y encarcelamiento durante seis meses. Estando en la prisión, en régimen de incomunicación, quisieron asesinarle, primero envenenándole, luego con un disparo efectuado por un vigilante.
Martín Veloz requirió la presencia de un notario para presentar una denuncia y, de cinco que fueron llamados, sólo acudió uno. Viendo que su vida estaba en peligro, sus amigos trataron de conseguirle el indulto. Pero él se lo agradece y lo rechaza. Difunde un comunicado en el que manifiesta que considera humillante salir de cárcel por lástima, porque se cree injustamente castigado.
Los reveses no le arredraron. En 1925 se integra en las filas del Partido Comunista de Cuba, más radical que el fundado por él, sufriendo por ello muchos años de cárcel, que terminaron minando su maltrecha salud, impidiéndole continuar su actividad política.
La prensa le tilda de loco y el gobierno se plantea la idea de internarle en un manicomio. Así lo hacen aquel mismo año dándole por enajenado, alegando que quiso arrojarse a la calle desde una azotea. Además, se le atribuye que era espiritista.
Tras su salida funda en Manzanillo la Sociedad Espíritus de Socorros Mutuos, cuyo objeto era proporcionar ayuda a sus asociados en caso de enfermedad: médicos, medicinas, y dietas en la forma y casos que proceda; así como los gastos de velorio y funerales.
4.- PROBLEMAS DE SALUD
Su salud se fue resquebrajando a lo largo de tantos años de lucha y, en 1926, estuvo ingresado en el Hospital General Calixto García de La Habana, un antiguo centro inaugurado en 1896 con el nombre de Rey Alfonso XIII.
Más tarde, hallándose de nuevo en la cárcel en 1931, en el centro penitenciario de Mazorra, saldrá para morir el 15 de julio de 1934 en una sala del mencionado hospital. Sus restos fueron trasladados a Manzanillo y el cadáver velado en el local del gremio de tabaqueros, hoy Museo de las Luchas Obreras. El cementerio fue rodeado por el ejército en evitación de los desórdenes que pudieran ocurrir, lo que provocó la ira de su hermano Augusto.
Actualmente, la fábrica de tabaco Agustín Martín Veloz de Manzanillo produce 300.000 cigarros puros con la vitola Breva para consumo nacional.
5.- OTROS HERMANOS EN CUBA
Sus padres llegaron a tener ocho hijos. Entre ellos, Augusto, que tenía una escuela privada en Manzanillo, donde era muy querido por sus alumnos. Escribió para ellos el libro Nociones de Botánica. En 1918 creó una comisión de instrucción, de la cual formará parte, con el fin de redactar un plan de enseñanza para que los obreros asistieran a clases gratuitas, siguiendo las ideas de su hermano Agustín.
Ejerció como profesor de Enseñanza Secundaria en Manzanillo y de Matemáticas en un colegio junto al Malecón de La Habana, llegando a ser director y catedrático de dicho centro. En 1928, Augusto es nombrado director del Instituto de Enseñanza Secundaria de Oriente. Era un buen articulista, conferenciante y hábil político, lo que le costó recibir varias bombas en su casa.
En Cuba hubo otros cuatro hermanos: Gerardo que era vendedor ambulante y vivía en Aguacate (Cuba), Rosalía, Andrés y Encarnación una mujer muy adelantada para su tiempo, que se dedicó a la industria del tejido y patentó con su nombre un eficaz sistema de corte de ropa.
6.- HERMANOS EN SALAMANCA
En 1923, otra hermana, Mercedes Martín Veloz, se casó en Salamanca con el farmacéutico Ramón Cuesta González, hijo del abogado Torcuato Cuesta Bellido, a quien había conocido en un viaje a la capital charra. El marido murió muy joven, en 1925, a causa de un síncope que sufrió en la Plaza Mayor. Su esposa falleció con edad avanzada en un accidente de tráfico entre Zafra y Almendralejo, cuando regresaba a Salamanca con otras personas, entre ellas, el joven profesor de la Universidad, Antonio Lucas Verdú, que resultó ileso.
Diego Martín Veloz era el hermano mayor, también llamado Martinillo, que había aprendido las primeras letras en la escuela salmantina de La Vellés. En Cuba, se incorporó a las filas de la insurrección y, más tarde, se enrola en el ejército español alcanzando el grado de teniente. Tras el desastre de 1898, retorna con las tropas a España, para asentarse en Pedrosillo el Ralo, pueblo de su padre, haciendo fortuna con métodos poco ortodoxos. Fue muy conocido en Salamanca por sus extravagancias y su carácter brabucón, pendenciero y de continuas provocaciones.
Se casó con María Aliste, con la que no tuvo descendencia. Se mantuvo muy unido a su hermana Mercedes, de quien había sido padrino de boda, y guardó una relación muy estrecha con los tres hijos de ésta, sus sobrinos Andrés, Ramón y Mercedes Cuesta Martín.
(Foto. Manzanillo. Cuba)
EL HERMANO DE SALAMANCA – Diego Martín Veloz
Agustín Martín Veloz trabajando en una mesa de tabaquero en la cárcel
Centro Español de Manzanillo. 1940
Tabaquera elaborando puros habanos
