Manuel Santamaría Andrés, discípulo de Miguel de Unamuno
EL ZAMORANO MANUEL SANTAMARÍA ANDRÉS, CATEDRÁTICO DEL INSTITUTO DE LEÓN, ENSEÑABA LITERATURA CON UN MÉTODO PROPIO HOY OLVIDADO
1.- La familia leonesa Martín-Granizo
2.- Manuel Santamaría y Miguel de Unamuno
3.- Manuel Santamaría en el instituto de León
4.- Encarcelamiento de Manuel Santamaría
5.- El desenlace final
1.- LA FAMILIA LEONESA MARTÍN-GRANIZO
En la familia leonesa Martín-Granizo siempre hubo un buen número de personalidades que han destacado en distintos ámbitos, como la armada o la judicatura. Manuel Martín-Granizo Santamaría es uno de ellos. Actual fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, anteriormente en el Tribunal Supremo y fiscal jefe del Tribunal Superior de Castilla y León, es uno de los miembros de esa saga, que por diversas circunstancias y el deseo de su padre, nació en Valladolid.
Sus padres eran el leonés Mariano Martín-Granizo Fernández, magistrado del Tribunal Supremo y la astorgana Matilde Santamaría Alonso-Botas, muy conocidos en León porque participaban activamente en su tradicional Semana Santa. Mariano Martin-Granizo fue abad de la cofradía del Dulce Nombre. Y Matilde, aunque residía en Valladolid, todos los años se trasladaba a León para desfilar como cofrade y llevar el ramo de flores que le regalaban al panteón familiar de Astorga.
A su vez, Matilde Santamaría era hija de Olvido Alonso-Botas, una de los trece hijos que tuvo Juan Alonso Botas, industrial harinero astorgano, y del zamorano Manuel Santamaría Andrés, que fue catedrático del Instituto Padre Isla de León. La ceremonia de la boda de éstos tuvo lugar en la parroquia de San Bartolomé de Astorga, en la que intervinieron como testigos dos salmantinos, Mariano Domínguez Berrueta, director del instituto de León, y Emilio Alarcos García, catedrático de la Universidad de Valladolid.
2.- MANUEL SANTAMARÍA Y MIGUEL DE UNAMUNO
Manuel Santamaría había realizado los primeros estudios en Zamora, su ciudad natal, continuando el bachillerato en el Instituto General y Técnico zamorano. Posteriormente, se trasladó a Salamanca para cursar estudios superiores. La Casa Museo de Unamuno guarda la orla correspondiente a los cursos 1914-1915 y 1915-1916 de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Salamanca, firmada por Viuda de Oliván. En ella aparecen las fotografías de Manuel Santamaría como alumno y de don Miguel de Unamuno como Rector y profesor suyo. Durante esos años, entre ellos se estableció una amistad que duró hasta el fin de sus vidas, manteniendo una dilatada correspondencia.
Al finalizar el ciclo universitario, Santamaría obtuvo su primer empleo en el Instituto de Zamora, donde permaneció cuatro años como ayudante numerario, hasta que fue nombrado catedrático de Lengua y Literatura en el instituto de segunda enseñanza Padre Isla de León. Poco después, Miguel de Unamuno era desterrado a la isla de Fuerteventura por el gobierno dictatorial de Primo de Rivera, situación en la que permaneció cuatro meses, tras lo cual marchó a París y Hendaya en calidad de exiliado. A Hendaya fue varias veces Manuel Santamaría para visitar y dar ánimo a su antiguo profesor de Salamanca.
En 1935, pretendió conseguir una cátedra en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, cuyas oposiciones estaban presididas por Miguel de Unamuno. Pero no lo consiguió. El Rector prefirió adjudicársela a Ernesto Jiménez Caballero, un joven escritor muy leído desde que en 1923 escribió la obra Cartas Marruecas o Notas Marruecas de un Soldado, en la que criticaba duramente la actuación del ejército español en Marruecos. Pero, a Santamaría no le supuso un excesivo contratiempo. De hecho, no volvió a solicitar ninguna plaza en Madrid, porque su esposa Olvido no quería dejar León ni vivir lejos de su Astorga natal.
Pasado el tiempo, se comprobó que la elección de Unamuno no fue acertada. Giménez Caballero era un fiel seguidor del fascismo italiano de Mussolini, del que consiguió importantes fondos de ayuda para Falange Española. Cuando en 1936 Unamuno se hallaba confinado en su casa de la calle Bordadores, Giménez Caballero también se encontraba en Salamanca, en el cuartel general de Franco. En esos momentos en que algunos amigos iban a visitar al Rector, él se hizo el escurridizo, como si nunca le hubiera conocido. Por su parte, Santamaría se mostró siempre como el leal discípulo de Unamuno. Su hija Matilde guardaba una fotografía que el Rector le había enviado con la siguiente frase: “A Manuel Santamaría, de su amigo, maestro y compañero siempre, Miguel de Unamuno”.
3.- MANUEL SANTAMARÍA EN EL INSTITUTO DE LEÓN
Manuel Santamaría tomó posesión de su cargo en el Instituto Padre Isla en 1922. Se trataba de un magnífico edificio modernista construido en la céntrica calle Ramón y Cajal por los arquitectos Luis Oriol y Emilio García Martín, cuya duración no llegó a los cincuenta años. En 1966 fue derribado sin motivo alguno para construir otro de estilo funcional, sin ningún valor arquitectónico, destinado a ser el actual Instituto Juan del Enzina.
En la enseñanza de su materia utilizaba un libro de texto propio, Estilística (Preceptiva Literaria), editado por la Imprenta Castellana de Valladolid en dos ediciones de los años 1932 y 1933. Dicha obra fue pronto asumida por otros institutos que apreciaron su considerable valor pedagógico. Sin embargo, hoy ya es de dominio público, e inexplicablemente ninguna editorial ha mostrado interés por la reedición. Pero, además, utilizaba obras de escritores contemporáneos y estaba al corriente de las novedades literarias que iban apareciendo en las librerías. Asimismo, le gustaba declamar poesías impregnándolas de su personal estilo.
4.- ENCARCELAMIENTO DE MANUEL SANTAMARÍA
Santamaría era de tendencia republicana. Así se desprende de la correspondencia que mantuvo con Unamuno. Engrosó las filas del partido Izquierda Republicana del presidente Manuel Azaña y fue nombrado vicepresidente de la Diputación Provincial de León. Esa formación se integró en el Frente Popular que se creó como plataforma electoral para afrontar las elecciones generales de febrero de 1936. El 12 de febrero de ese año, Manuel Azaña acudió al Teatro Principal de León para dar un mitin, cuyo acto fue precedido por unas enardecedoras palabras de Santamaría, que continuó la campaña por toda la provincia.
Tras el golpe de estado de julio de ese año, el día 22 de dicho mes, Santamaría fue detenido y encarcelado en la prisión de San Marcos, como decía Antonio Gamoneda, “en las tinieblas, en los tristes depósitos de mi ciudad avergonzada”. Allí se encontró con personas que le eran muy conocidas que iban a ser fusilados, como Nicóstrato Vela, profesor de Veterinaria y padre de uno de sus alumnos más queridos, el pintor José Vela Zanetti, que le llamaba “maestro”.
También vio llegar de Astorga a personas muy cercanas, como el poeta Leopoldo Panero, que salvó la vida in extremis, y al amigo de éste y novio de su hermana Asunción, Ángel Jiménez. Asunción y su hermana María Luisa les visitaron varias veces en la prisión de San Marcos.
La esposa de Santamaría, Olvido, escribió a Unamuno desde Astorga a finales de octubre pidiéndole que les ayudara, lo cual era un imposible cuando acababa de ocurrir el suceso del paraninfo de la Universidad con Millán Astray. Según Luciano González Egido: “Evidentemente, no llegó a tiempo o no fue eficaz”.
5.- EL DESENLACE FINAL
Los intentos de salvar la vida de Manuel Santamaría resultaron inútiles. Fue condenado a muerte en un procedimiento sumarísimo sin que tuviera posibilidades de defensa, acusado de un delito de traición por no apoyar al bando insurgente. Apenas le dio tiempo para redactar sus últimas voluntades en las que disponía que su cuñado Néstor Alonso se hiciera tutor de sus hijos. Sólo a éste y a un sacerdote jesuita se les permitió presenciar el fusilamiento que tuvo lugar el 21 de noviembre de 1936 en el pequeño monte del barrio leonés de Puente Castro.
Paradojas de la Historia. Manuel Santamaría, quien con aparente carácter oficial fue vilmente asesinado con absoluta indefensión judicial, luego emparentaría con los Martín-Granizo de León, contando así en su familia con un yerno magistrado del Tribunal Supremo y un nieto Fiscal en el mismo tribunal, Mariano Martín-Granizo Fernández y Manuel Martín-Granizo Santamaría, respectivamente, ya mencionados.
(Foto. Instituto Padre Isla, edificio hoy desaparecido).
Manuel Santamaría Andrés
Miguel de Unamuno CMU
Manuel Santamaría Andrés CMU
Orla 1914-1916. Con Miguel de Unamuno y Manuel Santamaría CMU/USAL