Madrigal de las Altas Torres y la Poesía
EL MADRIGAL EN LA POESÍA
El madrigal es una composición poética muy antigua de origen italiano. Expresaba sentimientos delicados y el tema era generalmente amoroso, dentro de una gran musicalidad. Estaba escrito en versos de siete y once sílabas, heptasílabos y endecasílabos. Uno de los que más lo cultivaron fue Gutierre de Cetina. Pero, en el Siglo de Oro cae en desuso y nuestros grandes poetas lo sustituyeron por el epigrama y, entre los neoclásicos, por la anacreóntica. En el siglo pasado algún vate lo resucita, como fue el caso de Rafael Alberti.
Sin embargo, en nuestros días hay una localidad española que lo mantiene, obviamente, la abulense Madrigal de las Altas Torres. Cada año convoca el “Premio de Poesía Fray Luis de León”, en cuyas bases se requiere a los aspirantes al primer premio o al accésit que presenten sus poemas en la forma de madrigal, aunque, con el paso del tiempo, la métrica se ha ido desvirtuando y convirtiendo en verso libre. La próxima será la edición XXXV.
En los primeros años, el contenido debía consistir en una loa a la reina Isabel la Católica ya que allí había nacido, en el palacio del rey Juan II. Además, se venía promoviendo su canonización, una causa que aún la Iglesia mantiene abierta con el impulso de una Comisión de postulantes laicos. La denominación del premio como “Fray Luis de León” también evoca al poeta agustino que murió en el convento herreriano Extramuros de este lugar.
He aquí un ejemplo, que resulta afectado por su forzado contenido laudatorio sobre la Reina Católica, aunque con la debida musicalidad.
MADRIGAL EN EL RECUERDO
De ti me alejó la vida,
pero siempre pensé en ti,
en ti y en tus altas torres.
En tus calles viví,
henchido el corazón,
mis recuerdos pasionales,
en tus calles aquel amor
que inspiró mis madrigales.
Con tus ojos de coral
tu risa era cristal
y tus palabras arrullo.
Aquel grato murmullo
de la brisa en el trigal,
el de tus labios de clavel
más dulces que la miel
que guardan los panales.
Eres tú, Isabel,
la que ha labrado a cincel
la flor de mis madrigales.