El controvertido retablo de San Gil de Béjar
DURANTE MUCHOS AÑOS LA VENTA DE LOS CUADROS DEL RETABLO DE SAN GIL DE BÉJAR FUE OBJETO DE POLÉMICA. JOSÉ MARÍA BLÁZQUEZ DE PEDRO DIO SU PARTICULAR SOLUCIÓN
EL RETABLO DEL ANTIGUO HOSPITAL DE SAN GIL
En lo que fue el antiguo Hospital de San Gil de Béjar, hasta que pasó al convento de San Francisco, existe un conjunto de trece cuadros que formaban parte de un retablo hispano flamenco de finales del siglo XV, que se hallaba en la sacristía de la capilla, cuyo destino fue muy discutido en 1908. Realmente, con las numerosas proposiciones que hubo para su venta, resulta insólito que hayan llegado hasta nosotros.
En un primer momento, el historiador Manuel Gómez-Moreno creyó que las tablas pudieran ser obra de Fernando Gallego. Posteriormente, se inclinó por la posibilidad de que fuera alguien de su escuela o con su mismo estilo, que bien podría ser García del Barco, pintor destacado en la catedral de Ávila. En cualquier caso, en el pasado siglo su estado ya era deplorable y, en 1958, tuvieron que ser llevados a la Real Academia de Bellas Artes de Madrid para su restauración.
LA CONTROVERSIA POR LA VENTA DE LOS CUADROS
El 1908, un anticuario se puso de acuerdo con el clérigo del Hospital, Valentín Guijo Lucio, para comprar diez cuadros por 2.000 o 2.500 pesetas. Enterado de la operación el alcalde, Francisco Muñoz García, intervino en la operación consiguiendo elevar el precio a 10.000 pesetas, en consideración el valor que se le suponía a los cuadros. Pero, aparecieron varias personas alegando ser los legítimos propietarios de las tablas y la venta quedó interrumpida.
Fue entonces cuando el escritor bejarano José María Blázquez de Pedro terció en la polémica, dando su particular solución al problema en un suelto el 3 de agosto de aquel año en el diario El Mundo:
“Los cuadros existentes en el Hospital de ésta, de cuya venta se ocupó El Castellano de Salamanca, El Liberal de Madrid y algún otro periódico, no son Grecos, no tienen firma, ni avaloran el mérito extraordinario que se les atribuyó. Se cree que pertenecen a la escuela holandesa, eso es todo. Además, están mal conservados y han sido acharolados con un barniz nada fino, lo cual estropéalos más aún.
Ahora daban por ellos 10.000 pesetas. Su venta, en estas condiciones, acaso hubiera sido un negocio, pue el comprador se decidió a tomarlos en tal precio porque para él llenaban un compromiso y una necesidad del momento.
El obispo de la diócesis salta ahora con que quizás sean suyos. La misma pretensión dudosa abriga y manifiesta el pariente sucesor más próximo de los fundadores del Hospital. El Ayuntamiento entiende que también les pertenecen.
En suma, unos cuadros que han sido vendidos dos o tres veces, que valen poco, que no se conservan muy bien, que han dado su mijita de ruido, y que no se sabe de quién son. Por mi parte, que los vendan definitivamente y tiren el dinero a la calle”.
(Foto. Cuadro del retablo san Gil de Béjar – ccasconm.blogspot.com)
José María Blázquez de Pedro. Panamá. 1019
